Quantcast
Channel: HISTORIA DEL ARTE
Viewing all 1609 articles
Browse latest View live

URBANISMO Y ARQUITECTURA EN EL SIGLO XIX


LA ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA: LOS NUEVOS MATERIALES.

$
0
0
                                              Crystal Palace, de J. Paxton (1851)

   La ingeniería del hierro de mitad de siglo tiene sus máximos exponentes en invernaderos y pabellones de muestras, entre los que destaca el (desaparecido en 1926) de la exposición de Londres de 1851, construido por Paxton en nueve meses y de impactante efecto estético. Las estructuras de hierro y cristal desarrollan el gusto megalómano que se derivaba de la tendencia sublimista del primer Romanticismo, que encuentra ahora una forma de realización que va a exaltar las virtudes del progreso. Los resistentes elementos de hierro fundido fabricados en serie y de fácil ensamblaje permitieron elevar y prolongar de forma colosal la nave central, a base de módulos regulares, y especialmente el crucero, formando tres niveles en altura.

EL SIGLO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN
    El siglo XIX es un tiempo de gestación. La nueva sociedad, la nueva cultura industrial, necesitaba una respuesta arquitectónica a sus necesidades y esta respuesta, que no será dada satisfactoriamente hasta el sigo XX, se elabora durante el XIX. Es un período en el que se entrecruzan diferentes tendencias, con una cierta confusión, pero sobre todo está marcado por el enfrentamiento entre tradición arquitectónica y las nuevas técnicas, materiales y necesidades aportados por la revolución industrial. Esto provoca la existencia de dos tendencias artísticas que se prolongan a lo largo de todo el siglo: la arquitectura historicista y la arquitectura del hierro.


LA ARQUITECTURA DEL S. XIX

    La evolución de la arquitectura durante la época contemporánea viene marcada por la utilización de nuevos materiales y nuevas técnicas constructivas, adaptadas a las necesidades de la nueva sociedad industrial. Durante los primeros decenios de este siglo las formas neoclásicas siguieron inundando las principales capitales europeas, en un afán burgués de rememorar las glorias y virtudes de la época clásica. El movimiento romántico hizo que los arquitectos, animados por un espíritu que sentía nostalgia por el pasado, hicieron resurgir las formas góticas o islámicas. Esta corriente arquitectónica recibe el nombre de “Historicismo” y se caracteriza por el revival de distintos estilos históricos o de procedencia exótica. Su desarrollo fue determinante para la evolución de la arquitectura y de las artes decorativas. Nació como oposición al arte oficial de las academias y bajo la influencia del romanticismo. Quería recuperar las raíces genuinas de los pueblos, presentes en la etapa medieval, y alejarse de la influencia italiana. Este nuevo estilo estuvo de moda durante el período comprendido entre el final del Neoclasicismo y la llegada del Art Nouveau. Los arquitectos utilizaron las nuevas técnicas constructivas que permitían el empleo del hierro y otros materiales, para levantar los nuevos edificios. Esta corriente impuso, para la construcción de grandes edificios públicos, el renacimiento de distintos estilos del pasado: griego, clásico, románico, gótico y el interés por estilos exóticos como el mudéjar, hindú, chino, etc., que se extendieron por toda Europa.

LA ARQUITECTURA EN HIERRO Y CRISTAL
     Pero la arquitectura contemporánea surge realmente de las necesidades planteadas por la creciente expansión de las ciudades que trajo consigo la Revolución Industrial. El ferrocarril, que había sido un factor decisivo en este crecimiento urbano, contribuyó a que la ciudad moderna se saliera de sus límites y se proyectara sobre el territorio circundante. Contribuyó a cambiar el aspecto de las ciudades y del campo con sus estaciones, puentes y viaductos, que se acabaron convirtiendo en un elemento más del paisaje. Fueron este tipo de construcciones, esencialmente prácticas, las primeras que adoptaron los nuevos materiales, el hierro y el cristal que, son sus infinitas posibilidades, revolucionaron la arquitectura posterior. Ya a finales del s. XVIII se construyen las primeras obras con hierro colado o fundido, hecho que en buena parte supone que la labor del ingeniero desplace a la del arquitecto, fundamentalmente en la arquitectura inglesa. La función d soporte que anteriormente desempeñaba el muro, pasó a ser ejercida por la estructura de hierro. El cristal, que se fabrica industrialmente, permite, a su vez, incrementar la luminosidad del edificio, dado que permite cubrir grandes espacios y eliminar los muros en las nuevas construcciones, resolviéndose así el problema de la adecuada iluminación de los interiores, al mismo tiempo que la electricidad permitía la construcción de edificios de gran altura dotados de ascensores y, paralelamente, solucionar los problemas de aireación. La comunicación interior y exterior del edificio se veía favorecida por estos nuevos materiales.
   Las nuevas técnicas constructivas y los elementos prefabricados en serie permitirán la construcción masiva de edificios públicos: galerías, invernaderos estaciones de ferrocarril, bibliotecas, mercados, etc. ; y de edificios privados: almacenes, fábricas, etc. Se había roto el monopolio constructivo, en cuanto a clientela, de la Iglesia, la aristocracia y la Corona. Los palacios y las iglesias dejaron de ser el prototipo arquitectónico dominante. El resultado fue la creación de espacios libres, luminosos y funcionales, perfectamente adaptados a las necesidades de la sociedad industrial.
    Todas estas posibilidades se revelaron en el Palacio de Cristal (1851) de Joseph Paxton (1803-1865): un edificio de enorme capacidad (70.000 m2 ) pero que pudo construirse en un tiempo récord y a buen precio gracias a que toda su estructura estaba formada por elementos normalizados y prefabricados, fáciles de montar, que además se podrían volver a utilizar de nuevo si fuera necesario. El Palacio de Cristal, que en esencia era un invernadero gigantesco, permitía la creación de un espacio amplio y diáfano que se adaptaba perfectamente a su finalidad, servir de marco a la Gran Exposición Universal de Londres; y fue con motivo de otra, la de París, cuando Gustave Eiffel (1832-1923), un ingeniero con amplia experiencia en este tipo de construcciones, levantó el que se convertiría en símbolo de la nueva arquitectura: la Torre Eiffel (1887-1889), que despertó una amplia polémica sobre la licitud o no de este tipo de arquitectura. En el Palacio de Cristal del Retiro madrileño, de Ricardo Velázquez Bosco, de 1887, encontramos la primera obra española de esta nueva modalidad, así como en la estación de Atocha, de 1894.
   En cualquier caso, los ingenieros revolucionaron la arquitectura en dos sentidos diferentes. Uno, porque la mayor resistencia del hierro (unido a otros factores, como por ejemplo el invento del ascensor) permitió la construcción de los primeros rascacielos en Estados Unidos antes de que terminara el siglo XIX, en ciudades como Chicago y Nueva York. Otro, porque la construcción en hierro y cristal se regía por unos principios distintos a los de la construcción en piedra, e hicieron que, por primera vez en cerca de quinientos años, los arquitectos se olvidaran de los viejos órdenes clásicos, arrumbaran definitivamente la sucesión de recuperaciones historicistas en que había consistido la arquitectura del siglo XIX y, en vez de preocuparse sólo por la belleza, lo hicieran también por la comodidad y el funcionalismo de los edificios que construían. Algo que, por otra parte, resultaba muy lógico si tenemos en cuenta que el principal cliente de los arquitectos era una burguesía interesada en conseguir la mayor calidad posible de vida, aunque a veces se buscara a través de caminos tan distintos como el hiperdecorativismo de la arquitectura modernista o el mucho más racional de hombres como Adolf Loos, que rechazaban cualquier tipo de adorno superfluo en sus casas; Frank Lloyd Wright, que buscaba integrarlas dentro de la naturaleza, o Le Corbusier, que las concebía como máquinas para habitar.
    Este tipo de construcciones fueron obra preferentemente de ingenieros o de personas de otras profesiones, ya que los arquitectos nos las consideraba arquitectura propiamente dicha. Entre estos últimos estalló la polémica sobre los valores de los nuevos materiales. La discusión giraba en torno a si la arquitectura de hierro reunía valores estéticos además de los funcionales, reconocidos por todo el mundo. Las divergencias surgieron también en el campo de la arquitectura, preguntándose si en este arte debía predominar la estructura o la decoración. Es importante constatar la gran influencia que ejerció la arquitectura del hierro en las corrientes constructivas posteriores. La Escuela de Chicago adoptó su sistema estructural de construcción y la Bauhaus recogió su idea de prefabricación de elementos.


Y una PPT:


ARQUITECTURA MODERNA VERSUS CLASICISMO

$
0
0





Nada mejor para empezar nuestra aproximación a la arquitectura contemporánea que estos dos recortes de la película "El manantial", de King Vidor; la película narra, entre otras cosas, la lucha del arquitecto Howard Roark para hacer valer sus ideas y proyectos de una arquitectura verdaderamente moderna, ante una clientela atornillada al gusto clasicista... El personaje del arquitecto de ficción es la encarnación del genial arquitecto Frank Lloyd Wright, del que hablaremos proximamente.

EL MODERNISMO: UN ESTILO NUEVO PARA UN TIEMPO NUEVO.

$
0
0
Vestíbulo y escalera de la casa Tassel (Bruselas). Construida por Victor Horta en 1892-1893.

MODERNISMO, ART NOUVEAU, MODERN STYLE:
UN ARTE MODERNO PARA UN MUNDO MODERNO.
La arquitectura del s. XIX se había movido dentro de una profunda contradicción: todo el mundo sentía la necesidad de encontrar un lenguaje arquitectónico propio y específico que respondiera a su época, pero como el sistema de construcción que mejor se adaptaba al signo de los tiempos - el de los ingenieros - no se consideraba verdadera arquitectura, los arquitectos recurrieron a los diferentes estilos del pasado, y por todas partes se levantaron edificios neogriegos, neorrenacentistas y, sobre todo, neogóticos, sin que nadie pareciera poder encontrar una salida a aquella situación de agotamiento.
Y es en este contexto donde hay que situar la aparición del Modernismo como un intento de encontrar un estilo moderno, adecuado a un tiempo que esperaba el nuevo siglo con entusiasmo, que estuviera completamente desvinculado del pasado y que se basara en la utilización de los nuevos materiales. Un estilo que no sólo fue internacional (en toda Europa surgieron movimientos con un nombre muy parecido: Modernismo en España, Art Nouveau en Francia, Modern Style en Gran Bretaña, Jugendstil en Alemania, Sezessionsstil en Austria…), sino que prendió con fuerza en todos los ámbitos del arte y del diseño para crear un auténtico entorno decorativo, controlado por el arquitecto, capaz de aplicarse a todos los aspectos de la vida urbana: desde las casas a las estaciones del metro, de los muebles a la decoración de interiores, incluyendo los vestidos de sus propietarios.
La fealdad de sus diseños, la monotonía de los productos en serie, el miedo a la alienación provocaron en Gran Bretaña, el país donde la industrialización estaba más avanzada, un movimiento encabezado por William Morris (1834-1896) que pretendía recuperar la calidad del diseño y de la producción artesanal y del que el Modernismo será su heredero directo. Sus primeras manifestaciones se produjeron en las obras de un arquitecto belga, Victor Horta (1861-1947), que en la Casa Tassel (1892), planteó un nuevo concepto de la arquitectura basado en una utilización racionalista del hierro, que no impide darle un refinado tratamiento expresivo y decorativo a base de curvas y ritmos lineales muy refinados que dan a las columnas, vigas y barandillas un aspecto floral.
Desde Bélgica, y gracias a la rápida difusión que permitían las revistas ilustradas, se extendió de inmediato por toda Europa, encontrando en Cataluña uno de sus focos más importantes, gracias al entusiástico apoyo que le prestó la burguesía industrial. Y fue allí, además, donde trabajó uno de los arquitectos modernistas más importantes y originales del movimiento modernista, Antonio Gaudí (1852-1926), cuya arquitectura, sumamente plástica, casi como si se tratara de esculturas, parece hecha a base de formas naturales. Gaudí realizaba, además, la decoración interior de los edificios que construía, buscando esa coherencia interna típica del movimiento modernista. Destacan, a su vez, otros arquitectos como Domènech i Montaner, y Puig i Cadafalch. Pero en Barcelona el modernismo llegó a todas las artes, creándose un verdadero ambiente cultural en el que destacaron pintores como Santiago Rusiñol, Ramón Casas, Isidre Nonell, etc.
Este nuevo estilo afectó, básicamente, a la arquitectura y las artes decorativas, pero influyó en todas las demás. Su teoría se difundió a través de las publicaciones ilustradas, conferencias, exposiciones, etc., que también sirvieron para dar a conocer los progresos técnicos. Así se sentaron las bases para la creación de este estilo con características unitarias a pesar de los elementos locales que se incorporaron en cada país. También se le conoce como Estilo 1900, y se puede definir como una búsqueda para dar el máximo valor ornamental a la línea curva, bien de origen floral (Bélgica, Francia, España) o geométrico (Inglaterra, Escocia, Alemania). Nace como reacción contra el academicismo y el eclecticismo del siglo XIX, inspirándose directamente en la naturaleza. Sus raíces inmediatas deben buscarse en la pintura simbolista.
El modernismo tendía a la unidad arquitectónica entre interior y exterior, y a una coherencia entre estilo y estructura, decoración y ornamentación. En las artes decorativas se quería ofrecer calidad, en contra de la vulgaridad de los productos comerciales que ofrecía la producción industrial masiva. En este punto continuaron el movimiento inglés Arts & Crafts (interesado Por la funcionalidad del espacio interior y por el diseño de los detalles que hacen más agradable la vida de los moradores), impulsado por W. Morris. En el continente no se iba contra la producción en serie, sino que se intentó coaligar arte e industria para poder ofrecer productos bellos que estuvieran al alcance de todo el mundo aunque en realidad se diseñaron objetos que se fabricaban con técnicas artesanales y materiales caros, que resultaban inaccesibles para la mayoría de la población, pero muy apropiados para la rica burguesía industrial o financiera.
En la arquitectura se buscará la flexibilidad de la línea y su sinuosidad con fines decorativos; el uso de materiales coloreados y de la piedra moldurada; y la utilización de rejas, balcones y soportes de hierro forjado. Los nuevos materiales proporcionaban al arquitecto una absoluta libertad creativa. El arquitecto asume no sólo la parte estructural o constructiva, sino también la parte ornamental y mobiliaria (objetos de uso), convirtiéndose así en diseñador.
Los interiores modernistas
Diseñados como una superficie de líneas sinuosas y sensuales, concretan la tendencia naturalista y ondulante del Art Nouveau. Son conjuntos armónicos creados con libertad y fantasía. Se busca el placer que proporciona la integración de la belleza y el bienestar. La naturaleza es trasplantada al interior, dotándolo de flexibilidad, inestabilidad y ligereza.
Se utilizan diversos materiales: hierro, mosaico, madera…Las líneas sinuosas se prolongan por las paredes y los suelos, en una especie de metáfora vegetal. La obra es tratada como un conjunto orgánico, extraído de las formas de la naturaleza; la utilización de elementos florales con fines decorativos crea un ambiente elegante.
Los principales centros de producción artística modernista se sitúan en Francia, Bélgica, Alemania y Austria. Destacan autores como Victor Hora, el pionero; h. Van de Velde y Otto Wagner, en Viena.

Y una PPT sobre Gaudí:


EL MODERNISMO EN ESPAÑA. ANTONIO GAUDÍ.

$
0
0
CASA MILÁ O LA PEDRERA, BARCELONA. 1906-1910
Antonio Gaudí (1852-1926) Gaudí, aún siendo un reputado arquitecto modernista, nos muestra una obra gestada en la soledad y la angustia vital de un hombre imbuido de un profundo misticismo. Su estricta formación cristiana determinará tanto su vida como su obra.
En sus primeras obras se hace evidente su obsesión por la sintaxis constructiva del gótico por sus principios de empujes y contrarrestos. Hay un cierto mudejarismo y goticismo en ellas. Sus creaciones destacan por un querer volver a los orígenes de las formas vivas, vegetales o animales. Ahí es donde se manifiesta su profundo amor a la naturaleza. Gaudí cancela siglos de historia de la arquitectura, rompiendo con la racional ortogonalidad de las habitaciones y confiriendo a estas formas biológicas, de pasillos curvos y superficies trapezoidales, encajados como un tejido celular. Los exteriores de sus edificios se mueven en poderosas ondulaciones. Sus obras de mayor empeño y volumen son: el Parque Gúell y la Sagrada Familia de Barcelona, obra situada dentro del estilo neogótico.
Su etapa más creativa y de pleno desarrollo del estilo modernista tiene lugar entre 1900 y 1917. Utilizó mosaicos hechos con fragmentos de azulejos para las decoraciones, con una estética y un cromatismo muy personal, inspirándose en grutas y otras formas naturales. De este período destacan el Parque Güell (1900-1914), con un dominio de las curvas tanto en los asientos como en los tejados, y la abundante decoración de cerámica y rejería; la Casa Batlló (1904-1906) y la Casa Milá (1906-1910), ambas con dominio de la línea curva en sus fachadas y vanos, trabajo de forja en los balcones y ornamentación ondulada en el interior, en los techos y en los muros. En la última casa utilizó cemento portland. En sus últimas obras da un protagonismo total a las líneas curvas, confiriéndoles un gran sentido escultórico, naturalista o abstracto, no conocido en la arquitectura europea de aquella época.
Algunos enlaces de interés para profundizar en la obra de Gaudí:

LA ESCULTURA CONTEMPORÁNEA. A. RODIN.

$
0
0


El IMPRESIONISMO EN ESCULTURA: AUGUST RODIN (1840-1917)     

     Escultor francés que dotaba a su trabajo de gran fuerza psicológica, expresada a través del modelado y la textura. En el arte de Rodin se funden una técnica impresionista, que con la rugosidad de las superficies y la multiplicación de planos obtiene efectos de luz, la profundidad vital y la fuerza colosal que anima las figuras. Se le considera uno de los escultores más importantes del siglo XIX y principios del XX. Estudió arte en una escuela pública para artesanos y por su cuenta en el Louvre, ya que no fue admitido en la École des Beaux-Arts. Durante muchos años trabajó para otros escultores, incluido Ernest Carrier-Belleuse. Rodin colaboró, a principios de la década de 1870 en la realización de una escultura arquitectónica para la Bolsa de Bruselas. En 1875, viajó a Italia, donde se sintió atraído por el tratamiento del movimiento y la acción muscular en las obras de los escultores del renacimiento, Donatello y Miguel Ángel (el fuerte impacto de la terribilitá de Miguel Angel se aprecia en toda su obra). Para Rodin, la belleza en el arte consistía en una representación fidedigna del estado interior, y para lograr este fin a menudo distorsionaba sutilmente la anatomía.



EL PENSADOR, de las Puertas del Infierno

Se trata de una de las obras en la que la influencia de Miguel ángel se refleja con mayor intensidad. La enérgica concentración del rostro y de los músculos tensos y las manos fornidas, recuerdan al gran maestro florentino.
LAS PUERTAS DEL INFIERNO (1880-1917) 
La puerta representaba principalmente escenas del Infierno, la primera parte de la Divina Comedia de Dante. Aunque Rodin no completó las Puertas , creó modelos y estudios de muchos de sus componentes escultóricos, siendo todos ellos aclamados como obras independientes.
    Su escultura, en bronce y mármol, se divide en dos estilos. El estilo más característico revela una dureza deliberada en la forma y un laborioso modelado de la textura, el otro está marcado por una superficie pulida y la delicadeza de la forma. Rodin produjo algunas esculturas importantes entre 1858 y 1875, incluyendo entre ellas especialmente Hombre con la nariz rota. Sin embargo, su reconocimiento llegó en 1877 con la exhibición en el Salón de su desnudo masculino La era de bronce. Este trabajo levantó controversia dado su extremado realismo y provocó la acusación de que Rodin había hecho moldes de yeso a partir de modelos vivos. La exhibición en 1880 de su desnudo San Juan Bautista, que resaltaba las cualidades humanas del sujeto, acrecentó la reputación de Rodin. El mismo año comenzó a trabajar en las Puertas del infierno, una puerta de bronce esculpido para el Museo de las Artes Decorativas de París. La puerta representaba principalmente escenas del Infierno, la primera parte de la Divina Comedia de Dante. Aunque Rodin no completó las Puertas del infierno, creó modelos y estudios de muchos de sus componentes escultóricos, siendo todos ellos aclamados como obras independientes. Entre estos trabajos se encuentran El beso (su famosa escultura El Beso, Elaborada entre 1886 y 1890, la escultura corresponde al momento en que Rodin trabaja junto con Camille Claudell). Esta experiencia de una relación en la que el goce de la unión física se unía a una camaradería de tipo espiritual, posiblemente contribuyó a un cambio en su concepción del amor que es evidente en las obras del período. Del amor culpable manifiesto en los grupos de Las Puertas del Infierno, donde las parejas se unen en la maldición del pecado compartido, se pasa a una representación visual del amor en la que una fuerza interna une en audaces enlaces y abrazos a seres que así manifiestan la expansión de su energía vital, de la felicidad compartida. Esta desmitificación y la representación del amor como parte del comportamiento de todo ser humano provocó una fuerte reacción en sus contemporáneos que juzgaron como crudamente realista e impúdica a El Beso (escena aceptada y gozada siempre que se diera un contexto mítico o literario). En este sentido, Rodin habría operado una especie de democratización de la sensualidad erótica. No obstante, la obra gozó de notable aceptación popular. Supone a un tiempo la apoteosis de la belleza y el movimiento, con la multiplicación de planos y la suave ondulación de la superficie), Ugolino, El pensador , Adán y Eva.
     Su estilo deriva en plena madurez hacia las formas simbólicas, como en La catedral, reducida a dos manos en posición orante en la que las formas sugieren dimensiones que desbordan sus límites visibles o La mano de Dios, en la que de una etérea nube de mármol brota un cuerpo humano. Estas versiones intelectuales de los temas se desenvuelven en un plano de superación de lo sensible, similar al que acomete Cézanne en pintura. En 1886 terminó Los burgueses de Calais (Los burgueses de Calais anuncia las vigorosas deformaciones del Expresionismo, anticipando con sus formas sarmentosas y sus expresiones enigmáticas algunos de los caminos que la escultura recorrerá en el siglo XX; esta escultura es un monumental grupo en bronce en el que se representan personajes históricos con gran diferenciación psicológica). Rodin también produjo numerosos retratos en los que se revelan los estados emocionales de los sujetos. Entre ellos, cuadros de cuerpo entero de los escritores franceses Honoré de Balzac y Victor Hugo, así como del pintor Jules Bastien-Lepage, también hizo bustos de los artistas franceses Jules Dalou, Carrier-Belleuse y Pierre Puvis de Chavannes. Murió en Meudon, cerca de París, el 17 de noviembre de 1917. Una parte de su obra puede verse en el Musée Rodin, de París.
    La obra de François Auguste René Rodin marca
, a la par del Impresionismo en pintura, el nacimiento de la escultura contemporánea, aunque su figura desborda los límites de ese movimiento para convertirse en uno de los escultores más grandes de todos lo tiempos. Podemos concluir, por tanto, que el lenguaje escultórico del siglo XX tiene su punto de partida en este extraordinario creador.

Podéis visitar el Museo Rodin (la página está en francés o inglés), en este enlace:






Y una PPT SOBRE LA OBRA DE ESTE ARTISTA:


UN AÑO MÁS: DESPEDIDA Y HASTA SIEMPRE

$
0
0
   
Corredores durante los Juegos Panatenaicos
(decoración de un vaso cerámico de la antigua Grecia)

Ulises, atado al mástil, escucha el canto de las sirenas (Cerámica griega)


   Un año más, y ya he perdido la cuenta de cuántos van, hemos llegado a buen puerto, como Ulises. Aquí concluye la travesía que iniciamos juntos hace nueve meses, aunque confío en que no sea el final del viaje que habéis emprendido, pues como los corredores que acompañan esta entrada, vais a tener que seguir corriendo, jajajaja.
   El arte, cualquier cosa que sea eso que llamamos arte, seguirá formando parte de vuestras vidas; no será una materia más que habrá que estudiar, ni una clase más en la agenda, un examen que superar... pero será mucho más que todo eso. Confío en que hayáis aprendido a disfrutar de la experiencia artística en cualquiera de sus soportes o formatos, en cualquiera de sus lenguajes. Que hayáis comprendido la importancia que el arte tiene como expresión profunda de la naturaleza humana y de su capacidad simbólica; que el arte es, como nos enseña Julian Bell, el espejo del mundo, de todos los mundos posibles y de todos los mundos pasados. Confío, en fin, en que hayáis disfrutado tanto como yo y que os llevéis con vosotros, allá donde quiera que vayáis y os lleve el próximo futuro, un grato recuerdo y una provechosa experiencia. Me despido de vosotros parafraseando a otro clásico: que el arte os acompañe!

Tomás. Vuestro profesor de Historia del Arte.

ANÁLISIS DE UNA OBRA ESCULTÓRICA DEL ARTE PALEOLÍTICO

$
0
0
Venus de Willendorf. Paleolítico Superior, 22.000-20.000 años.
Piedra caliza. Dimensiones: altura 11,1 cm., ancho: 5,7 cm., profundidad: 4,5 cm.
 Museo de Historia natural de Viena.

Estimados alumnos:
Para ir afianzando la técnica del comentario de obras de arte, os propongo que realicéis el de esta pequeña estatuilla del Paleolítico Superior, hallada en Austria en 1908. Aplicad las pautas que hoy hemos visto en clase y tratad de ajustar vuestro análisis y comentario al guión de redacción.
Un saludo.

EL ARTE DE LA PREHISTORIA: UNA PRESENTACIÓN Y UNA LECTURA.

$
0
0



Esta presentación os permitirá fijar los aspectos formales y "funcionales" de las primeras manifestaciones artísticas realizadas por el ser humano. Y os dejo este texto para que reflexionéis sobre la naturaleza de dichas manifestaciones.

"Nadie dudaría ahora en calificar de obra maestra el conjunto de figuras pintadas y grabadas en Altamira. Sin embargo, las cosas son y existen desde que se las reconoce como tales pero, cuando las reconoce ¿quién?, ¿cuántos?, ¿quienes? ¿Quiénes y cuándo se ha decidido que Altamira es Arte y no una curiosidad arqueológica?.
Sautuola, hombre culto y universalista afirmó que "su autor -el de las grandes figuras de Altamira- no carecía de mérito artístico". Por el contrario, E. Lemus, a quién podemos asignar el papel de representante oficial del arte de la época, respondía en 1881 que
"tales pinturas no tienen carácter de Arte y son sólo la expresión que daría un mediano discípulo de la escuela moderna". Debieron producirse los "ismos" de comienzos del siglo XX para su indudable valoración como obra de arte. Y quizá fueran definitivas las reuniones en Santiltana (1949-1950), en torno a la Escueta de Altamira, de artistas, estudiosos y críticos notables reivindicando el arte paleolítico; o Picasso, a quién se atribuye decir que "desde Altamira todo es decadencia" o, "ninguno de nosotros es capaz de pintar así". Antes que todos ellos, en 1928 el poeta y pintor R. Alberti ya había calificado Altamira como "el santuario más hermoso del arte español".
El Arte, la creación plástica simbólica, es uno de los pocos patrimonios exclusivos de nuestra especie, del Homo sapiens sapiens. Cuando procedente de África llega a Europa -el Hombre de Cromagnon- lo hace con un bagaje intelectual, cultural y técnico que le permite expresarse y crear indistintamente de forma naturalista -incluso preciosista-, abstracta, geométrica, sintética... Y todo ello tanto a través de la pintura como de la escultura que hemos encontrado con fechas anteriores a los 30.000 años de antigüedad. Se trata de un arte utilitario, no ornamental, colectivo, social; un arte mediante el que se manifestaba una manera de entender la vida, de entender el mundo y de entrar en relación con otras realidades mas allá de la inmediatez de la materia. Para nosotros no hay duda: en Altamira hubo artistas geniales, excepcionales; sólo así se entiende que cuando el grupo, la banda de personas que se alimentaban de la caza, necesitó que fuera pintada una serie de bisontes y otras figuras alguien, además de eso, realizó un presente eterno."
J.A. LASHERAS: ¿Altamira es arte?. Descubrir el arte. nº 29 (Julio.2001), pág 42.

EL LEGADO ARTÍSTICO DE LA PREHISTORIA: HALLAZGOS RECIENTES.

$
0
0
He decidido refrescar esta entrada, pues los animales dibujados en el interior de la cueva de Chauvet siguen siendo los hallazgos más antiguos en lo que a arte se refiere, para que podamos dar comienzo a nuestro recorrido por la Historia del Arte.


Interior de la cueva de Chauvet, con algunos de los animales pintados sobre el muro

    La pintura de estos dos rinocerontes chocando entre si se encuentra estampada en paredes de la Cueva de Chauvet . Está de más elogiar la calidad de la misma, con la sensación cabal de volumen y movimiento logrado con maestría por el pintor prehistórico que lo dibuja en los años 32.000 a. de C., en la época de la cultura Auriñaciense, unos milenios antes que los pintores de Altamira o de Lascaux.

   El arte como expresión parece acompañar al ser humano desde sus orígenes; con fines mágicos o meramernte simbólicos, los primeros dibujos, pinturas o grabados, nos acercan a la sensibilidad primigenia de la que surge cualquier experiencia artística. Es posible que, en nuestro afán por hallar la utilidad de todo cuanto hacemos, pasemos por alto que, en algunas ocasiones, el gusto por contemplar algo bello o el placer que produce acariciar la forma perfecta de un animal esculpido en hueso, están más allá del utilitarismo. Quizás sea el arte por el arte. Seguramente ya desde los inicios la experiencia artística podía tener sentido en sí misma, sin que sea necesario, al menos no siempre, encontrar un explicación mágica al arte que todavia hoy nos conmueve.

   En el año 1994 fue descubierta una cueva, "La grotte Chauvet Pont d'Arc", en Francia, que contenía abundante muestras de este primer arte prehistórico. La datación de algunas muestras, las más antiguas, nos trasladan a un momento próximo de hace 32.000 años. Son, por tanto, más antiguas que las pinturas de Lascaux o de Altamira, y no menos sorprendentes o hermosas.


Si te interesa visitar de forma virtual esta fascinante cueva, haz clic en el siguiente enlace:

http://www.culture.gouv.fr/culture/arcnat/chauvet/es/index.html

EL DESPERTAR DEL ARTE: UNA LECTURA DE PROVECHO PARA ENTENDER EL NACIMIENTO DEL ARTE.

$
0
0


EL DESPERTAR DEL ARTE


      Iniciamos el largo camino de la historia del arte con el que es su acta de nacimiento: las pinturas rupestres y los pequeños objetos muebles (bastones de mando, figurillas femeninas _ Venus _, animales, propulsores, etc.) que realizaron nuestros antepasados en el Paleolítico superior. Tales manifestaciones constituyen la mejor prueba de que la expresión artística, ligada a un fin práctico/simbólico y a una cierta idea de la belleza, es una cualidad inherente al ser humano. Aquí os dejo algunos textos para que reflexionéis sobre este hecho.

TEXTOS COMPLEMENTARIOS
    "Nadie dudaría ahora en calificar de obra maestra el conjunto de figuras pintadas y grabadas en Altamira. Sin embargo, las cosas son y existen desde que se las reconoce como tales pero, cuando las reconoce ¿quién?, ¿cuántos?, ¿quienes? ¿Quiénes y cuándo se ha decidido que Altamira es Arte y no una curiosidad arqueológica?.
   Sautuola, hombre culto y universalista afirmó que "su autor -el de las grandes figuras de Altamira- no carecía de mérito artístico". Por el contrario, E. Lemus, a quién podemos asignar el papel de representante oficial del arte de la época, respondía en 1881 que
"tales pinturas no tienen carácter de Arte y son sólo la expresión que daría un mediano discípulo de la escuela moderna". Debieron producirse los "ismos" (las primeras vanguardias artísticas) de comienzos del siglo XX para su indudable valoración como obra de arte. Y quizá fueran definitivas las reuniones en Santiltana (1949-1950), en torno a la Escuela de Altamira, de artistas, estudiosos y críticos notables reivindicando el arte paleolítico; o Picasso, a quién se atribuye decir que "desde Altamira todo es decadencia" o, "ninguno de nosotros es capaz de pintar así". Antes que todos ellos, en 1928 el poeta y pintor R. Alberti ya había calificado Altamira como "el santuario más hermoso del arte español".
   El Arte, la creación plástica simbólica, es uno de los pocos patrimonios exclusivos de nuestra especie, del Homo sapiens sapiens. Cuando procedente de África llega a Europa -el Hombre de Cromagnon- lo hace con un bagaje intelectual, cultural y técnico que le permite expresarse y crear indistintamente de forma naturalista -incluso preciosista-, abstracta, geométrica, sintética... Y todo ello tanto a través de la pintura como de la escultura que hemos encontrado con fechas anteriores a los 30.000 años de antigüedad. Se trata de un arte utilitario, no ornamental, colectivo, social; un arte mediante el que se manifestaba una manera de entender la vida, de entender el mundo y de entrar en relación con otras realidades mas allá de la inmediatez de la materia. Para nosotros no hay duda: en Altamira hubo artistas geniales, excepcionales; sólo así se entiende que cuando el grupo, la banda de personas que se alimentaban de la caza, necesitó que fuera pintada una serie de bisontes y otras figuras alguien, además de eso, realizó un presente eterno."
J. A. LASHERAS: ¿Altamira es arte?.
Descubrir el arte. nº 29 (Julio 2001), pág 42.

EL ANÁLISIS DE UNA OBRA ARQUITECTÓNICA: UN TEMPLO EGIPCIO.

$
0
0
Siguiendo con las actividades de introducción al análisis y comentario de obras de arte, aquí os dejo la propuesta sobre la arquitectura. Se trata de dos imágenes que se complementan y que os ayudarán a conocer y comprender la naturaleza de la arquitectura del antiguo Egipto:




Templo de File en el islote de Agilkia, junto al Nilo (Egipto)


Planta, sección y alzado de un templo egipcio

La obra a comentar es el templo de la isla de Filé; la otra imagen es un prototipo de templo egipcio.

Recuerda que las pautas son orientativas y que lo importante es seguir los tres pasos de todo análisis y comentario: identificación y clasificación, análisis formal y estilístico, interpretación y contextualización.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES SOBRE EL ARTE EGIPCIO. LA ESCULTURA.

$
0
0
Tríada de Micerinos (Menkaure). Imperio Antiguo, IV dinastía.
Museo egipcio de El Cairo. Material: roca diorita.
dimensiones: 92.5 cm. de altura



Realiza, siguiendo las pautas del guión, el análisis formal y comentario de la obra: “Tríada de Micerinos”. haremos la puesta en común del comentario en clase.


EL ARTE EGIPCIO: LA ARQUITECTURA.

PASEANDO POR EL ANTIGUO EGIPTO, UN VIDEO.

$
0
0
Del arte de la Prehistoria al arte egipcio; no está mal, si tenemos en cuenta que pasan los milenios y el ser humano se sigue conmoviendo ante los mismos misterios: el origen de la vida, el sentido que ésta tiene y, qué remedio, qué habrá, si es que hay algo, más allá de la muerte. En estas tres preocupaciones está contenido lo esencial del arte egipcio, su misterio. Pero antes de iniciar este viaje fascinante, un corto video para aquellos que no hayan estado en Egipto.

Mapa del Valle del Nilo


En el siguiente enlace podéis ver el video sobre el antiguo Egipto; tal vez la música no sea la más adecuada, pero las imágenes compensan cualquier mueca de desagrado que ésta pudiera provocaros.



ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL ARTE Y EL "ARTISTA" EN EL ANTIGUO EGIPTO

$
0
0
Cuando hablamos de arte egipcio, debemos alejarnos del concepto propiamente dicho. El egipcio no entendía el arte como nosotros en la actualidad. Los objetos no se creaban con una intencionalidad artística. Para todos nosotros el arte incluye reglas que permiten hacer las cosas bien, pero sobre todo es belleza, porque lo que confiere a un objeto su valor artístico es el hecho de estar bien hecho o ser una creación original, más que el sentido práctico para el que se ha creado. Ahora bien, el artesano egipcio, y decimos artesano porque no existía diferencia entre el creador de vasijas y el pintor de sarcófagos en cuanto a término artístico, hace las cosas en su sentido práctico. Muy pocas obras fueron producto del "arte por el arte". Un obelisco se crea porque representa el camino hacia el cielo, una pirámide o una mastaba es, ante todo, el lugar de residencia de los difuntos y los relieves de las tumbas tienen un sentido mágico y religioso. Obviamente tampoco podemos excluir el sentido de belleza de las manifestaciones egipcias, pues en ese caso ni los templos ni la orfebrería, por ejemplo, entrarían en el concepto, pero lo que se exigía era que un objeto realizase la función primaria para la que fue concebido y, posteriormente, que la ejecución resultase lo más perfecta y bella posible.
El artista era normalmente un funcionario al servicio del estado o de los templos. El oficio era aprendido en escuelas que enseñaban los cánones establecidos y normalmente pasaba de padres a hijos, en un flujo continuo de maestro a discípulo que asegurada la tradición y los necesarios conocimientos técnicos. Aunque el artista era anónimo (pues no firmaba sus obras y muy pocos nombres han llegado hasta nosotros) no lo era para sus contemporáneos y algunos estaban altamente reconocidos, como lo prueba la decoración de algunas tumbas de artistas. Pero el artista no tiene independencia en su creación, todo lo que creaba debía estar de acuerdo a unos cánones preestablecidos; es, por tanto, un artista al que no se le pide originalidad, sino oficio. Como ya observó Platón el arte es egipcio es repetitivo, se emplean los mismos colores en la pintura, los mismos esquemas de representación durante siglos. Pero esto no se debe tanto a la falta de imaginación o creatividad de los artistas, cuanto a la necesidad de mantenerse fieles a una tradición estética muy vinculada con el mundo de las creencias religiosas y funerarias, que no evolucionó a lo largo de milenios ¿Por qué iba a hacerlo el arte, si su función práctica era asegurar la supervivencia del difunto en el Más Allá?
En el arte egipcio lo más importante no era la belleza sino la perfección, y esta perfección había sido ya fijada 2.500 años antes de Cristo.



En el siguiente enlace podéis profundizar en el conocimiento del arte y la civilización egipcias:


http://www.egiptomania.com/arte

LOS EGIPCIOS SIN ENIGMA

$
0
0
He aquí una de las maravillas arquitectónicas de la Antigüedad: el colosal conjunto de pirámides de la llanura de Gizeh, en Egipto. Desde la Antigüedad las pirámides asombraron al mundo y no sólo por sus espectaculares dimensiones...¿Cómo pudieron hacerse tales prodigios? se ha preguntado el hombre desde siempre. Hasta que llegaron los estudios de Hollywood con sus fantásticas recreaciones históricas y sus no menos fantásticas explicaciones. Y eso, que no quiero hablar de los "enigmáticos" documentales históricos que pasan en el canal de televisión "Canal Historia", donde siempre nos quedamos a punto de saber la verdad ¡Ay!





Pero los egipcios eran gentes como nosotros, de carne y hueso. Con las mismas preocupaciones y con idéntico afán por la supervivencia. Sus obras son tan colosales y su religión y vida de ultratumba, en la que creían, tan misteriosas, que las mentes apasionadas y de pensamiento ligero rápidamente -y con poco tino- asocian lo egipcio con lo extraterrestre. Tal y como lo estáis leyendo. Tal vez sea porque, en nuestra prepotencia tecnológica, no podemos concebir que con humildes herramientas y una férrea voluntad a prueba de tiempo, sea posible erigir construcciones que no resultan menos desafiantes que las desgraciadas torres gemelas de Nueva York.

Hollywood aprovecha cualquier oportunidad y nos muestra el lado más novelero o de ciencia-ficción de la civilización egipcia, cada vez que se le antoja. Y ahí tenemos al coronel O'neill - encarnado por el actor Kurt Russell- y sus científicos del proyecto StarGate, dispuestos a desentrañar y resolver la paradoja de cómo fue posible que civilizaciones tan atrasadas construyeran semejantes obras.





Nótese en el cartel de la película cómo las pirámides aparecen, en medio del desierto, rodeadas de lunas y otros efectos especiales.




O este montón de beduinos que contemplan ¡Oh, milagro! el prodigio de la puerta a las estrellas


Aquí están nuestros intrépidos viajeros del tiempo y del espacio, escoltados por dos egipcios de tebeo. Como entretenimiento, además, la película es un pluf...y como hipótesis científica una verdadera estafa. La respuesta que daremos a tanto peliculero ignorante como anda suelto es:

Las pirámides se hicieron con tiempo, paciencia y ciencia aplicada.




Con tiempo: la Gran Pirámide de Jufu o Keops se tardó en construir 30 años. Nivelar, alinear el terreno y disponer el perímetro, fue la primera obra. Mientras se levantaban las diferentes hiladas de piedra se construía el arranque de las galerías y cámaras funerarias. De forma paralela a la construcción del muro se levantaron varias rampas, al menos, una de subida y otra de bajada.





Lo cierto es que todo este trabajo se debe a la acción continuada durante todo el año de aproximadamente entre 3.000-7.000 obreros -17.000 aproximadamente si contamos la vigilancia e intendencia- y de hasta 100.000 en momentos álgidos cuando el Nilo estaba en su periodo de crecidas y el valle anegado.Terminada la pirámide isósceles de 240 metros de lado por 146 metros de alto -112 metros tiene la Catedral de Amiens; hasta la construcción de la Torre Eiffel de Paris en 1889 (300 metros de alto) fue el edificio más grande del Mundo- se procedió a retirar las rampas y a recubrir la estructura irregular escalonada con planchas de caliza blanca pulida para dar su aspecto definitivo.



No hay prisa en un país, en una civilización en el estadio de la edad del cobre o calcolítico, donde aún gran parte del utillaje técnico era de piedra pulimentada. Lentejas, cerveza, datiles y mucha paciencia de los trabajadores al servicio del faraón-Dios Horus, llamado Jufu.




Con paciencia: la mayoría de las piedras utilizadas en el conjunto de la Gran Pirámide pertenecen a la meseta de Gizeh. Sólo las más duras y las más delicadas se traían de más allá de Assuan, por el río Nilo. El procedimiento de corte y desbastado era lento y tedioso. Primero se hacían orificios profundos en la roca y con sierras se creaba una linea de fractura. Luego usando la gelifractación o el aumento de volumen del agua helada por la fría noche del desierto, éstas se rompían. En otros casos se usaban cuñas para forzar la ruptura. Luego se pulían y tallaban hasta darle la forma de sillar. Subirlas por las rampas requería de pericia y paciencia. Suponemos que había 3.000 trabajadores fijos de media. Si aceptamos como buena también esa cifra y suponemos que cada grupo de trabajo podía tener una media de 10 personas, nos quedan 300 grupos para subir unas 132 o 133 rocas al día. Aún suponiendo que en la pirámide hubiese el triple de bloques de los afirmados en los recientes estudios, es decir, si rondase los tres millones, cada grupo tendría como misión diaria, subir un sólo bloque a lo largo de sus 12 horas de trabajo correspondientes, en los veinte años de construcción. Visto así hasta parecen "vagos" los egipcios. Rampas de tierra con un entramado de juncos y papiros engrasados, con troncos transversales para encajar maderos de protección y todo un jego de poleas y palancas para subirlas. Alucinante pero simple.
¿ Dónde están ahí las magias cósmicas y la tecnología extraterrestre?

Con ciencia aplicada: principio de la palanca, cálculo de pesos, medición de ángulos y mediatrices con varas al amanecer y al atardecer, niveles de agua, escuadras y plomadas,... Todo un mundo de supertecnologías. No nos sorprende que los arquitectos medievales con escuadra, cartabón, regla y plomadas construyeran Notre-Dame de Paris o la Catedral de León, pero rechazamos como imposible que los egipcios con semejantes "armas" pudieran construir la Gran Pirámide. ¡ Qué ilusos somos! ¡Cómo si sólo fuera el hombre actual capaz de hacer obras de ingeniería!. Mirad las Pirámides egipcias, la Muralla China, el anfiteatro Flavio o Coliseo, Santa Sofia de Bizancio o las grandes catedrales góticas europeas......¿Qué tienen que envidiar a los rascacielos de titanio y cristal que emergen de la banalidad de nuestras ciudades?


En el siguiente enlace podéis seguir de forma gráfica el proceso de construcción de una pirámide egipcia. Además, como comprabaréis, las hipótesis siguen abiertas; pero, por favor, nada de extraterrestres; todo humano, muy humano...recordad que los egipcios eran seres como nosotros, de carne y hueso.
http://www.20minutos.es/galeria/2301/0/construccion/piramides/egipto/

Esta entrada, que ya fue publicada en cursos pasados, ha sido posible gracias al buen hacer del profesor Javier Jiménez-Ridruejo, colega en esto de la enseñanza de la historia del arte y maestro en la motivación del alumnado, del que he tomado prestado la mayor parte de las explicaciones. No olvidéis visitar de vez en cuando su blog (está en la columna de la derecha: el arte por el arte).

LAS ARTES PLÁSTICAS EN EL ANTIGUO EGIPTO

$
0
0






Un par de esquemas y una presentación sobre las artes plásticas en el antiguo Egipto.



EN TORNO AL ESTILO EGIPCIO

“Uno de los rasgos más estimables del arte egipcio es el que todas las estatuas, pinturas y formas arquitectónicas se hallan en su lugar correspondiente, como si obedecieran a una ley. A esta ley, a la cual parecen obedecer todas las creaciones de un pueblo, la llamamos un ESTILO. Las normas que rigen todo el arte egipcio confieren a cada obra individual un efecto de equilibrio y armonía.El estilo egipcio fue un conjunto de leyes estrictas que cada artista tuvo que aprender desde su más temprana juventud. Pero una vez en posesión de ellas, su aprendizaje había concluido. Nadie pedía una cosa distinta, nadie le pedía que fuera original. Por el contrario, probablemente fue considerado mejor artista el que supiera labrar sus estatuas con mayor semejanza a los admirados monumentos del pasado. Por ello, en el transcurso de tres mil años el arte egipcio varió poco. Cuanto fue considerado bueno y bello en la época de las pirámides, se tuvo por excelente mil años después.”
Ernst Gombrich. Historia del Arte. Alianza Editorial.

LA PERSPECTIVA ASPECTIVA EN EL ANTIGUO EGIPTO

$
0
0

          

      “El método de trabajo del artista egipcio se asemejaba más al de un cartógrafo.

Lo importanteno era la belleza, sino la perfección. Su misión era representarlo
todo tan clara y permanentemente como fuera posible. Dibujaban de memoria
y de conformidad con reglas estrictas (...) Cada elemento debía ser representado
desde su ángulo característico ” 
   E. Gombrich. Historia del Arte. Alianza Editorial.

               
Pinturas de la tumba de Nebamón, 
Imperio Nuevo, XVIII dinastía. Museo Británico, Londres.

             “La cabeza se ve mucho más fácil de perfil; así pues la dibujaron de lado. Pero si pensamos en los ojos, nos los imaginamos como si estuvieran vistos de frente. De acuerdo con ello, ojos enteramente frontales fueron puestos en rostros vistos de lado. La mitad superior del cuerpo, los hombros y el tórax, son vistos mucho mejor de frente, puesto que así podemos ver cómo cuelgan los brazos del tronco. Pero los brazos y los pies en movimiento son vistos con mejor claridad lateralmente. (...) Preferían perfilar los pies desde afuera, con el dedo gordo en primer término. Así, ambos pies son vistos desde dentro y la figura parece que tuviera dos pies izquierdo. (...) Insertaban en la forma humana todo lo que consideraban importante.” 
            E. Gombrich. Historia del arte. Alianza Editorial.

EL ARTE CLÁSICO: EL ARTE GRIEGO. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA.

$
0
0
Mapa visual del contexto histórico y los fundamentos del arte griego





EL ARTE CLÁSICO: EL ARTE GRIEGO. (PPT)
EL CONTEXTO HISTÓRICO Y LOS FACTORES CONDICIONANTES DEL ARTE GRIEGO

Introducción.



El “arte clásico” es un concepto de la Historia del Arte que nos remite a la antigüedad, época en la que se forjaron las bases formales y estéticas del arte occidental. Unos ideales a los que se volverá, de forma recurrente, en diferentes momentos de la historia, como comprobaremos a lo largo del curso.
Pero quizás deberíamos plantearnos primero la siguiente pregunta: ¿qué entendemos por “clasicismo”? ¿Algo pasado de moda? ¿algo que representa un ejemplo o paradigma de perfección? ¿la encarnación de un ideal?. Es seguro que la mayoría de vosotros habéis utilizado alguna vez este término en vuestras conversaciones referidas a la moda…o a cualquier otra circunstancia. El término “clásico” se utiliza con mucha frecuencia, pero en la Historia del Arte sólo hay un arte clásico, y éste nació y se formó en la antigua Grecia y tuvo su continuación en la época del Imperio Romano. De su gestación y culminación nos vamos a ocupar en este tema, pero antes es necesario abordar aquellos factores que, desde diferentes ámbitos, condicionaron y determinaron su desarrollo.

El tiempo histórico

Lo primero será precisar los límites cronológicos, es decir, el espacio temporal por que discurre el proceso de formación y la culminación del arte clásico. Si nos referimos primero al arte griego (del arte romano nos ocuparemos más adelante), es necesario utilizar la misma periodización que se sigue para el estudio de su historia. De este modo, tendríamos:

· El período arcaico: s. VIII-VI a. de C.
· El período clásico: s. V-IV a. de C.
· El período helenístico: s. IV-II a de C.



     El período arcaico es una época de formación, de tanteo y concreción de algunas de las formas que culminarán en la siguiente etapa. En estos primeros tiempos afloran y se perfeccionan, sobre el sustrato propio, las diferentes influencias que concurren en el arte griego: la de la civilización cretense, la civilización Micénica y, sobre todo, las grandes civilizaciones orientales, especialmente la egipcia. Es una época en la que el arte evoluciona desde el geometrismo y la abstracción hacia el naturalismo expresivo.
   El período clásico representa la culminación y perfeccionamiento de todas las manifestaciones artísticas griegas, tanto a nivel formal como técnico. Esta plenitud coincide, y no por casualidad, con el apogeo político, económico y cultural de las “Polis” griegas, en especial Atenas. En estos años nace la “Democracia” como forma de organización política del Estado. El siglo V a. de C. es el verdadero siglo de oro de la cultura griega. La decadencia política de las polis a lo largo del s. IV a. de C., consecuencia directa de las guerras del Peloponeso, marca un cambio fundamental en el arte, que evoluciona hacia nuevas formas de expresión.
   El período helenístico supone una profunda transformación de la civilización y la cultura griega. El imperio creado por Alejandro Magno (336-323 a de C.) hará posible la difusión de la cultura griega por un espacio geográfico que desbordó los estrechos límites de la época clásica. Con la cultura griega viajaron las formas artísticas y las soluciones técnicas ideadas por los griegos que, a partir de ese momento, se convirtieron en el referente estético indiscutible en toda la cuenca mediterránea. Para muchos historiadores esta etapa está ya fuera de los límites cronológicos del arte griego, por considerar que sus resultados estéticos son distintos del arte griego clásico.

El ámbito geográfico

   Aunque los límites temporales son relativamente restringidos, los geográficos aparecen, por el contrario, notablemente amplios. Los griegos (o Helenos, como ellos se llamaban así mismos, es decir, habitantes de “Helas” o la “Hélade”) nunca constituyeron una nación o estado unitario en el sentido moderno del término. Se trataba más bien de un conjunto de tribus que tenían en común la lengua, la creencia en unos mismos dioses y mitos ancestrales, así como unos mismos antepasados. Es decir, compartían una misma cultura. Nunca llegaron a constituir un estado homogéneo y siempre estuvieron organizados políticamente en “Polis” o “Ciudades-Estado” independientes entre sí y, a menudo, rivalizando entre ellas en continuas guerras. De entre las muchas polis griegas destacaremos, por diferentes razones, a Atenas, Esparta, Corinto, Tebas, Éfeso, etc.
    Su origen histórico se remonta a los grandes movimientos de pueblos que se produjeron en la llamada Edad del Bronce (entre el I-II milenio antes de nuestra era). Las llamadas invasiones indoeuropeas trajeron a la Península Balcánica a estas tribus, los “Aqueos”. Pero pronto empezaron a sentirse estrechos en el rudo, montañoso y difícil medio físico de esas tierras rodeadas por el mar y fragmentadas, además de las tierras continentales, en más de 8.000 islas. La vocación marinera y viajera de este pueblo, además de otras circunstancias, determinaron un amplio movimiento migratorio a lo largo y ancho del Mar Mediterráneo. Muchas de las polis griegas fundaron “colonias” en las dos orillas de este mar a partir del s. VIII a de C., por las costas meridionales de la Península Itálica y en la isla de Sicilia, a la que llamaron la “Magna Grecia”; a lo largo de las costas de la Península Ibérica, de Asia Menor (la actual Turquía), en las costas de la actual Francia, por el norte de África…incluso en las costas del Mar Negro. Muchas de las más antiguas ciudades de estos territorios deben su origen a aquellas primeras colonias griegas. En estos lugares los griegos implantaron su civilización, que allí floreció de forma extraordinaria, a veces mejor que en la madre patria (las Metrópolis fundadoras…). De tal manera, que al hablar de la civilización griega no nos estamos refiriendo al reducido ámbito geográfico de la actual Grecia, sino al amplio, diverso y rico mundo de la “civilización griega”, que extendió su lengua, sus mitos, sus dioses….su modo de vida, en definitiva, a lejanas tierras, convirtiendo a la cuenca mediterránea en el verdadero crisol de la civilización clásica. El resultado es, sin embargo, una civilización con caracteres y resultados unitarios. Y es el arte el mejor testimonio de ese pasado griego. Hoy, cuando viajamos, podemos encontrar un templo griego en la isla de Sicilia, un teatro en las costas de Turquía, o restos de la bella ciudad de Alejandría, en Egipto. Todos ellos son el mejor testimonio de aquella civilización que legó a la Humanidad un ideal de belleza que hoy, casi veinticinco siglos después, seguimos considerando clásico.

Las claves de la civilización griega

    Ya hemos dicho antes que los griegos nunca constituyeron un estado unitario; se trataba, más bien, de una comunidad de hombres libres, de una “Comunidad de Ciudadanos”. La libertad y la independencia individual son la base de esta sociedad. La igualdad de derechos (la isonomía) entre los hombres libres, los únicos ciudadanos, constituye uno de los pilares sobre los que se construye el gobierno del pueblo, la Democracia. El individuo, consciente de su valor, se convierte en el eje de su cultura. Por ello, la cultura griega es una “cultura antropocéntrica”, donde, como diría Protágoras, “El Hombre es la medida de todas las cosas”. Este individualismo se traslada al ámbito artístico, donde el artista se convierte en un hombre consciente de su propia valía y genio creador; su obra aparece como una creación libre y cobra fama a través de los tiempos. Fidias, Praxíteles o Polícleto no son sólo nombres, son la encarnación del ideal clásico de belleza, individuos concretos, artistas en definitiva.
    Otro aspecto clave de la civilización griega lo constituye su rica mitología y su religión. En la mitología mediterránea los antiguos dioses eran manifestaciones de las fuerzas de la naturaleza, encarnación de las fuerzas que regían los destinos del hombre y determinaban el ciclo de la vida y la muerte. Estos viejos dioses serán desplazados y su lugar lo ocuparán unos nuevos dioses que sienten y actúan como humanos, pero frente a los cuales el hombre puede actuar con libertad. Estos dioses representan una religiosidad humanizada. No estaba regida por una casta sacerdotal. Todo hombre libre podía convertirse en sacerdote; toda persona inspirada por las musas podía cantar a los dioses y a sus hazañas. Su poder no podía regir la vida espiritual de los ciudadanos griegos. La Mitología griega será, además, la principal fuente de inspiración para los artistas y determinará, sobre todo en la época arcaica y clásica, la iconografía y los temas a tratar. La mitología es el vínculo entre todos los griegos; las hazañas e historias que entrelazan la vida de estos dioses jóvenes, bellos y eternos, y de los héroes, estaban impregnadas de individualidad y sus comportamientos, raramente ejemplares, eran tan humanos como los de los propios hombres. Si en la Biblia se dice que dios creó al hombre a su imagen y semejanza, podemos afirmar que los hombres griegos crearon a los dioses a su imagen y semejanza; y ahí reside la radical diferencia entre su religiosidad y la de las grandes civilizaciones orientales o la que impondrá, posteriormente, el cristianismo. Serán, por tanto, los dioses y sus hazañas, los que servirán de cauce para expresar el ideal clásico de belleza forjado por los griegos.
     Por último, otro de los factores claves de la civilización griego fue la posibilidad de ejercer con libertad la tarea de pensar; dicho de otro modo: la libertad de pensamiento. A diferencia de las civilizaciones anteriores, que contemplaban la naturaleza como un conjunto de fenómenos inconexos, los griegos llegaron al convencimiento de que la naturaleza constituye una unidad regida por leyes que pueden ser conocidas. El razonamiento, la observación y la experiencia son los instrumentos que permiten conocer los fundamentos de la realidad. La filosofía y la ciencia, en sus múltiples campos de estudios, nacen entonces desde la racionalidad humana, desde su capacidad para pensar y observar el mundo. En el s. VI a de C. Pitágoras, creyó encontrar en el número, en las matemáticas, la clave ordenadora del mundo. La armonía y la proporción que se descubren tras la misteriosa aritmética del cosmos será la base del ideal de belleza clásico.


Viewing all 1609 articles
Browse latest View live